Esta idea surge como una necesidad de nuestra comunidad educativa, entendiendo que el ámbito de la difusión y la investigación es esencial para la construcción de una mirada crítica de la realidad, abordándola desde nuestro ideario institucional.

viernes, 28 de noviembre de 2014

LA LECTURA DE UN LIBRO COMPLETO COMO OPORTUNIDAD FORMATIVA

Presentación en las IV Jornadas Nacionales de Prácticas y Residencias en la Formación Docente.

Universidad Nacional de Córdoba, 16, 17 y 18 de octubre de 2014
 Participantes: Profesoras Cecilia Bernardi y María Eugenia Poggio

En el marco del Taller Integrador Interdisciplinario, a principio de 2011, nos propusimos con los profesores de 2º año Educación Inicial y Primaria discutir el problema de los saberes y experiencias que atraviesan las distintas materias y consideramos necesarios para la formación de futuros docentes.



Relato de experiencia:
En el marco del Taller Integrador Interdisciplinario, a principio de 2011, nos propusimos con los profesores de 2º año Educación Inicial y Primaria discutir el problema de los saberes y experiencias que atraviesan las distintas materias y consideramos necesarios para la formación de futuros docentes.

En relación con ello identificamos aspectos didácticos a revisar y mejorar, como la selección de material bibliográfico. Relevamos que en los distintos espacios curriculares se proponía la lectura de fragmentos de textos o capítulos aislados, privilegiando poner a disposición de los alumnos diversos materiales sobre un tema y variados autores, y no se ofrecía la lectura de un libro completo, que permitiera seguir una presentación de manera integral, desde la introducción a una temática, su desarrollo hasta el planteo de conclusiones. Asimismo sabíamos que para los alumnos resultaba poco habitual la lectura de libros por fuera del espacio de formación.

Concibiendo la lectura como una puerta a la cultura y un puente para que jóvenes y niños conozcan el mundo, consideramos imprescindible formar a un maestro como lector, tanto para su enriquecimiento personal y ampliación de su capital cultural, como para su tarea como profesional de la cultura.

Para abordar esta problemática los profesores elegimos, a partir del intercambio en torno a una mesa de libros, el texto “¿Por qué tengo que ir a la escuela? Cartas a Tobías” de Hartmut von Hetig – Editorial Gedisa. Barcelona. 2003, y propusimos su lectura a todos los alumnos de 2º año. Cada capítulo presenta argumentos para responder el interrogante formulado a modo de cartas que un tío escribe a su sobrino, que vive en otra ciudad y le ha planteado la pregunta. Las fundamentaciones aluden a la función histórica de la escuela en distintas sociedades, a la oportunidad que ofrece para la configuración de los individuos como sujetos sociales y como ciudadanos, a los requisitos propios de toda convivencia, a la apertura al mundo que significa conocer otros niños y otras familias que viven de manera diferente a la propia, al aporte de la educación en la mejora de las condiciones de vida de la comunidad.

Este título por su contenido nos permitía sostener dos propósitos: la lectura de un libro completo como propuesta formativa para futuros docentes  y revisitar la escuela (eje del espacio curricular Campo de la práctica docente II) desde la mirada de quienes –tanto profesores como estudiantes- volvimos a elegirla luego de haber transitado sus aulas como alumnos.

La lectura fue autónoma y domiciliaria, habilitando espacios para comentarios en las distintas cátedras. Asimismo, realizamos un encuentro de presentación de la propuesta, la asignación de una consigna en la que se requería a los alumnos realizar micro entrevistas a personas de distintas edades con la pregunta que titula el libro  y una jornada de cierre con estudiantes y profesores para compartir las resonancias de la lectura.

Los alumnos potenciaron las consignas ampliando las consultas, como una estudiante que se contactó con una escuela primaria de la provincia de Misiones proponiendo a los niños responder “¿por qué tengo que ir a la escuela?”. Sus aportes llegaron en forma de textos y dibujos, haciendo escuchar la voz genuina de quienes transitan la escuela. Los chicos hacían referencia a la obligatoriedad de la escuela, a la oportunidad del encuentro con otros niños, al valor para un mejor futuro, a los sentidos del aprender. Otra estudiante organizó sus respuestas en forma de cartas a una hermana pequeña, a quien intentaba explicar por qué debería ir a la escuela cuando llegara el momento. Hubo quien entrevistó a un joven que no había podido completar su escolaridad, y su particular visión sumó una perspectiva a considerar.

En la evaluación final de la propuesta tanto los estudiantes como los profesores valoraron la experiencia de haber leído todos un mismo libro, que no formaba parte de la bibliografía de ninguna cátedra en especial, e intercambiar opiniones y análisis como comunidad de lectores. Se consideró que su lectura completa permitió seguir una argumentación integral, en la cual se desarrollan diversas justificaciones acerca de por qué hay que ir a la escuela, llevando al lector a tratar de esbozar fundamentaciones propias.

Se destacó el interés de los alumnos recomendando el libro a compañeros de otros años. El ejemplar incorporado a la biblioteca institucional es solicitado frecuentemente por profesores y estudiantes de otros cursos y carreras que se enteraron de la experiencia.

La socialización de la experiencia, en el marco de estas Jornadas de Prácticas y Residencias en la Formación Docente, constituyó una excelente oportunidad para sistematizar lo transitado. Queda aún el pensar colectivamente cómo sostener y continuar la propuesta, y avanzar en su análisis en diálogo con las voces de diversas fundamentaciones conceptuales y teóricas.


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